CUARENTENA

 


Me siento encerrada, siento que hay tantas cosas dentro de mí atrapadas, golpeando todos los días a ver si por fin las puedo dejar salir, las cosas que realmente me gusta hacer, no las que me toca cumplir, la creatividad, los colores, la lectura, la soledad.

Siento que me aplasta mi casa, me siento ahogada. Estoy agotada mentalmente, necesito sólo dormir y dormir y dormir. Estoy cansada de pensar, pensar en mí, en mi cuerpo: qué voy a comer porque ya me dio hambre, qué voy a hacer hoy porque se me está notando la barriga, o los cachetes, por qué me duele la cabeza, los ojos, la espalda, si no estoy haciendo nada. Pensar en los demás, en que gran parte de mi vida gire en torno a su bienestar, mi qué hacer, qué decir, qué pensar siempre enfocados en que ellos estén felices conmigo.
Todos los días es lo mismo. Por qué esa persona no me volvió a escribir, qué habré hecho mal, o para qué le escribo a esta persona si ya sé cómo va a terminar. Quiero que todo sean risas y felicidad, haciendo chistes malos, viendo cosas chistosas por Internet, lo que sea, porque cuando me pongo a pensar en todo lo que está pasando a mi alrededor, me pega como agua fría y me hundo de a poquitos. 
Imagen sobre Fotos frases de Dortis en FONDOS | Fotografia paisaje ...
No te pasa que piensas en tus problemas, en lo que te molesta o te duele, lo quieres sacar y expresar porque lo mereces y necesitas, pero luego entra esa gota de "hay gente que está mucho peor que tú, por favor, no exageres", y se va haciendo más grande y constante, al punto en el que piensas, qué desagradecida soy, no me puedo quejar, esa otra persona qué pensaría de mí, que soy una egoísta por no entender sus problemas ni ayudarla, aún sabiendo que SUS problemas ya están en tu espalda, todo el tiempo, los cargas y sientes su peso y piensas, pero ¿yo qué puedo hacer? Y ahí llega la impotencia, como si todo lo anterior no fuera ya suficiente. 
O como cuando nadie te está presionando pero sientes la mirada de todos ahí, puedes escuchar sus pensamientos, les preocupas pero te asfixian de a poquitos. Siempre esperando más de ti, porque el tiempo no se va a detener a esperar al momento en el que te sientas listo para afrontarlo, sólo sigue con la expectativa de que lo logres o tal vez no. Sabes que la vida se te va volviendo una lista de chequeo sin que tú lo quieras.

El tiempo está pasando muy rápido, no sé si eso me gusta por esperar que todo esto acabe ya, o si me asusta el que todo esto acabe y diga 'bueno, y ¿qué hice? ¿ahora qué se supone que haga?'. Supongo que los dos sentimientos pueden ir de la mano, como en muchos momentos de la vida. Extraño no pensar, y que las demás cosas a mi alrededor me cubrieran un rato lo pesado de mi presente y muy posiblemente mi futuro. ¡Cómo extraño la presencia de alguien más! Agradezco por quienes me rodean, pero no saben cuánta falta me hacen los demás. 

Hace años no escribía acá. Si alguien lee esto en plena crisis mundial, y se está sintiendo como yo,  le mando un abrazo y espero que podamos salir de esta, de todo, en realidad.

Comentarios